Después de aposentarnos salimos a dar una vuelta de reconocimiento por los alrededores. Sin querer encontramos Civic Center, una plaza donde se encuentran la Información, la Biblioteca, el Ayuntamiento y la City Gallery entre otras cosas. En ésta última había un conciertito y se podía ver la exposición, así que allí que fuimos con todos la juventud modernuqui de Wellington. La verdad es que ni nos miraron... Fue muy agradable y nos permitió ir a dormir con la sensación de haber hecho algo más que viajar en todo el día.
Hoy hemos visitado el Te Papa, que pasa por ser el mejor (y más grande) museo de Aotearoa. Y tienen razón. Nunca he visto un museo interactivo tan bien montado, tan rico y tan didáctico. Con deciros que me han dado ganas de venir con alumnos...
La cuestión es que el museo abarca geología, fauna y flora, etnografía y arte neozelandés contemporáneo, por lo menos. Tiene una salita muy curiosa, con musica tétrica, dedicada a las plantas y animales primigenios (la mayoría aves) que se han extinguido debido a la llegada de los humanos, bien porque los cazaron los maoríes bien porque los han depredado los mamíferos introducidos por los colonos europeos. Daba un poco de mal rollo.
A los neozelandeses les gusta más Wellington que Auckland. De hecho, no hemos encontrado a ninguno al que le guste Aucland, incluso dicen que no es Nueva Zelanda. Pero Wellington sí: no sé si será por sus calles amplias, por sus terrazas, por sus habutantes... Pero la verdad es que a nosotras también se nos ha hecho más agradable y habitable.
¿Ya habéis probado la cervecita autóctona?
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