Seguimos nuestro camino al norte, montón de kilómetros hasta el Cabo Reinga. No es exactamente la punta norte, pero sí lo más al norte que se puede acceder en coche, ni tenemos tiempo para una caminata de 8 h.
En el cabo hay un faro. Dicen que por aquí saltan las almas en busca de su hogar espiritual. El día que me muera no me parece mal plan para la mía, algunos ofrecen cosas peores... Espero que el viaje le salga gratis.
En el camino de vuelta paramos a ver unas espectaculares dunas. Aquí les sobra arena y viento, de modo que no sólo se pueden pisar las dunas, incluso se surfea en ellas. Las dunas son parte de una playa de ¡90 km!
Así a ambos lados, hasta 90 km |
Toda la costa oeste, la bañada por el Mar de Tasmania es muy venteada y peligrosa para el baño, no sé si conseguiremos probar sus aguas. Por si acaso, también paramos en una playa estupenda de la costa este para bañarnos.
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