viernes, 17 de octubre de 2014

Y LA VIDA SIGUE...


Ayer Pedro acertó en proponer salir a andar para quitarnos el mal rollo de la cabeza, ver la nieve desde otro punto de vista. Si por mí hubiera sido hubiera cogido un bus a cualquier parte. Como veis y habéis visto, el paisaje estaba precioso y el camino a Kagbeni (pueblo que se ve junto al río y que está situado a las puertas del Reino de Mustang) fue una maravilla.
Pasamos por la pequeña aldea de Jong que tiene unos restos de un fuerte del s. XIV. A partir de ahí el paisaje se vuelve casi desértico pero con un encanto especial. El río que nos acompañará durante unos dias es el Kali Gandaki. Parece que lleve poca agua pero fijandote bien tiene numerosos ramales. Visto cómo se las gasta la naturaleza por aquí, da miedo pensar en que todo ese cauce baje lleno de agua.
El valle del Kali Gandaki pasa por ser la garganta más profunda de la tierra, ya que está en la inmensa depresión que se forma entre en Annapurna y el Dhaulagiri, ambos de unos  8100 m y separados apenas 30 km. Los desniveles en algunos puntos del valle sobrepasan los 6000 m.

Y tú te sientes pequeñito...


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