miércoles, 14 de marzo de 2018

ILP POR LA INCLUSIVIDAD EN LA ESCUELA



Hay en marcha una recogida de firmas para proponer una Iniciativa Legislativa Popular en favor de una escuela inclusiva.


Los objetivos principales de la iniciativa son: Gratuidad de la enseñanza - Fijación del Índice de Necesidad Escolar de Inclusión - Todos los centros deben estar entre un mínimo y un máximo del Índice - No renovación de los conciertos a los centros que no atienden un índice mínimo - Oficinas de matriculación unificadas - Discriminación positiva a los centros con mayores necesidades.

Supongo que os preguntaréis si la escuela pública no es inclusiva. Por supuesto. Uno de los grandes retos de la educación obligatoria es acoger a todo el mundo. El problema, por lo menos aquí, es la distribución que se hace de ese "todo el mundo" entre las diferentes redes que conforman nuestro sistema educativo. La educación en la Comunidad Autónoma del País Vasco está compuesta por dos subsistemas, público y privado. En realidad, tenemos la escuela pública, la privada concertada, y la privada sin más. Voy a descartar este tercer grupo, porque sólo están aquí unos pocos colegios: el inglés, el alemán y algún suelto más. El resto de los centros privados son concertados, esto es, reciben subvención del Departamento de Educación, y la mayoría tiene pago delegado: el profesorado lo paga directamente el Departamento. Voy a ser capciosa: supongo que si lo hacen así es porque esos centros habrán utilizado
dinero que corresponde a las nóminas para otros supuestos.
Es curioso: Euskadi es una de las comunidades donde la red concertada es más potente, y donde más dinero se destina a ella. Supongo que a existencia delas ikastolas cuando se asumieron las competencias en educación algo tendrá que ver con ello. También hay red concertada en Cataluña, Nafarroa y en la Comunidad de Madrid. En cuanto a Europa, Bélgica es de los pocos países que la tienen. Estos datos los proporciono de memoria, por lo que no son muy rigurosos, pero valen como pincelada. No así el resto de los datos que menciono aquí, que están sacados del Eustat y de diferentes informes del Consejo Escolar de Euskadi.
En este momento, el reparto cuantitativo del alumnado entre las dos redes es prácticamente por mitades. Pero no es un reparto equilibrado si atendemos a la diversidad en cualquiera de sus vertientes: nivel socioeconómico, procedencia del alumnado, necesidades educativas especiales...
El porcentaje de becarios en la concertada es del 39%, mientras que en la pública asciende al 61%; en la concertada hay un 32%, por un 68% en la pública; el alumnado con necesdades educativas especiales pasa del 40% en la concertada al 60% en la pública. Y podría seguir poniendo ejemplos.

Últimamente han aparecido en prensa otras estadísticas. Un poco falseadas. Se dan datos de Gipuzkoa dando a entender que son de toda la Comunidad, se ponen ejemplos que parecen generales pero que responden a localidades concretas... No os voy a contar yo, ahora, cómo se manipulan los datos para acomodar la realidad a lo que te quieren vender.
Según dónde viváis y qué tipo de colegio tengáis cerca, os parecerá que la realidad es otra. Todos tenemos ejemplos de concertadas cuyos patios parecen la ONU. Pero tenéis que tener en cuenta que en la concertada entran también las ikastolas que no se pasaron a la pública y colegios como Gaztelueta, Jesuitas...

Una de las propuestas de la iniciativa es la no renovación de los conciertos a los centros que no alcancen un determinado indice en la atención al alumnado en desigualdad social. Teniendo en cuenta, además, que en muchos centros concertados se cobran cuotas. Y reportar esa cuantía a los centros donde hay mayor diversidad para dotarlos de herramientas que hagan real la inclusividad.

Si os he convencido, os animo a firmar aquí. Advierto que el captcha que han utilizado (o sea, eso que ponen para comprobar que no sois un robot) es difícil, y que ha habido quien lo ha tenido que poner hasta ¡4 veces!. Paciencia, la iniciativa lo vale.

miércoles, 7 de marzo de 2018

HUELGA FEMINISTA 8 MARZO


No tenía yo muy claro eso de la huelga feminista. Como me dijo una del curro: tú no eres de huelgas, ¿no? Y es verdad, no he secundado ninguna de las convocadas por los sindicatos de educación porque no me parece que nuestra situación laboral justifique llevar la reivindicación a esos términos.
En este caso, en el de la huelga feminista, mi duda no era tanto por los motivos, que los hay, muchos más y de más peso que los que sustentan nuestro conflicto laboral, sino por la forma. Sobre todo, el que no se les haya dado oportunidad a los hombres de sumarse a la iniciativa. Tampoco tenía claro que así se vaya a conseguir algo. Probablemente no. No algo tangible, cuando menos. Aunque sí se está consiguiendo que se hable del tema: del techo de cristal, de la brecha salarial, de la precariedad laboral... además del acoso y de la violencia sexual. Y eso siempre es bueno.

Pero según he ido leyendo u oyendo ciertas perlas por boca de ministras, obispos, periodistas o políticos de a pie, en los últimos casos tanto de hombres como de mujeres, me he ido convenciendo. Es más, algún día he llegado al trabajo al grito de "algo estamos haciendo mal para que haya tanto/tanta imbécil-ignorante", "abandonemos las matemáticas y dediquémonos en exclusiva a formar PERSONAS" "todas a la huelga"...
En fin, que voy a hacer huelga. Voy a aportar mi granito de arena. Porque todas las razones que se esgrimen para convocarla no se solucionan con posiciones individuales, no es suficiente con intentar cambiar nuestro entorno cercano y funcionar de una forma igualitaria en nuestro micromundo. Hay que demandar un cambio social profundo, hay que dinamitar el sistema patriarcal (en lo de hetero no me meto...) y para ello son importantes las grandes manifestaciones de fuerza.
Si al final será verdad lo que ha dicho el obispo Munilla: seguir en Twiter a personas como Andrea Momoitio o a Leticia Dolera o a Pikara Magazine hecho que me entre un demonio. Viva el feminismo malo!