domingo, 3 de noviembre de 2019

AGUR, AMA

Escribo esto mientras escucho el Agur Maria de Estitxu. No podía ser de otra manera. Si queréis leerlo mientras lo escucháis, pinchad aquí.


Nuestra madre fue una mujer excepcional. Con sus luces y sombras, cómo no. Con un carácter fuerte y unas firmes convicciones que hizo que nuestra relación durante la adolescencia fuera un tanto problemática. Pero esta entrada no va de eso.

Va de la mujer excepcional que era. De lo adelantada a su tiempo. Empezó a trabajar a los 14, cuando se casó continuó trabajando, era de las pocas madres de entre nuestros amigos que trabajaba. Montó una tienda con otras dos amigas. Supongo que eso le daba otra visión de la vida, de la sociedad, del reparto de tareas, de la asunción de responsabilidades, visión crítica que nos transmitió a nosotros. Creo que salimos un poco más rojeras y agnósticos de lo que le hubiera gustado, pero sabía que en lo básico había conseguido transmitirnos lo que de bueno tenían sus creencias.

El agradecimiento de los que viajaron con ella
Va de cultura. Adoraba la música, tocaba el piano, leía mucho y cuando pudo se puso a viajar. Viajes Mertxe. Sí, porque ella  los preparaba. Creo que podríamos hacer un rastrillo con todos los mapas y folletos que hay en casa. Preparaba minuciosamente las rutas, las visitas, y eso tiene mucho mérito en una época sin Internet. Pasaba meses preparándolos, y otros a la vuelta eligiendo fotos y haciendo copias para los demás. Estaba abonada a la BOS, y a la OSE. Apoyaba toda iniciativa para impulsar el euskara, y dejó más que granito de arena, codo con codo con aita, en la creación y mantenimiento de la Ikastola de Deusto.

Va de generosidad. De apoyo a los demás, de entrega, de la disposición a ayudar a cualquiera que estuviera en una mala situación, daba igual que fueran visitas a una residencia, acompañamiento durante una enfermedad o un ingreso, colaborar en la recogida de alimentos o trabajar en un comedor social. Va de respeto a las diferencias y de acoger sin prejuicios a la persona que lo necesitara. De donar el cuerpo a la universidad, allá por el 2003,  cuando nadie hablaba de ello. Después del funeral, poniendo orden entre los papeles, hemos encontrado uno donde tenía elegido el versículo que quería que leyeran, el tema del sermón, y especifica y escribo literal "empezando por pedir perdón a cuantos hayan podido sentirse heridos por mi trato y dando las gracias a cuantos me han querido y me han dejado ayudarles cuando lo han necesitado, pues he sido yo la más beneficiada con ello" Así era ella. Y sin pedir nada a cambio.

Va de familia. Le gustaba rodearse de los suyos, cualquier excusa era buena para juntarnos. Cuando económicamente se lo pudo permitir, allá por el 98, alquilaba un autobusito para pasar juntos el fin de semana o puente por el Pilar en diferentes puntos de la geografía cercana. Creo que le parecía que los hermanos no nos veíamos mucho. Ella impulsaba las reuniones familiares de uno y otro lado: las quedadas de los Iriondo una vez que dejamos de celebrar las Navidades en Getxo, las quedadas de los Etxenagusias porque veía que si no con esos no nos relacionábamos apenas.



Va de sacarle chispas a la vida. De estar siempre dispuesta a pasarlo bien,de tener buen humor, de alegrar las reuniones familiares, a pesar de los palos que la vida le ha ido dando por el camino la muerte de sus dos hermanos, la enfermedad y muerte de aita, perdió amigas,,,



Va de fortaleza y también de fragilidad. De la fortaleza con la que afrontaba los momentos difíciles. De esa fragilidad que hemos descubierto a medida que ha ido envejeciendo, de cómo ha ido demandando apoyo a medida que perdía facultades. Cosa que nos ha permitido devolverle en parte, en una pequeña parte, todo lo que nos ha dado.

"Ay, hijatxus, estoy más preparada para morir que para estar enferma" Una verdad: no era muy buena enferma, no le gustaban los médicos y sufría de pensar que por alguna causa tuviera que ingresar. Pero no ha tenido que pasar por eso. Se ha ido como ella quería, discretamente, mientras dormía, sin sufrir, y de lo que era aun más importante para ella, sin hacer sufrir al resto.
Va de naturalidad. De la naturalidad con la que en casa se hablaba de la muerte, de la naturalidad con la que hablábamos de su funeral, mientras ella elegía las canciones, quién las tenía que cantar, y la ropa de Pascal para el evento. Y hasta el sermón, como hemos comprobado tarde; no llegamos a tiempo de hacerlo exactamente como quería.




En definitiva, esto va sobre ti, ama.

Orgullosa de pertenecer a tu estirpe. Agur.

martes, 1 de octubre de 2019

ESLOVENIA


Me ha encantado Eslovenia. Es un país fácil, sus gentes son agradables y hospitalarias, no sé lo que el turismo masivo tardará en cambiar esto. La sensación de seguridad es absoluta. De hecho, ellos mismos son bastante confiados. Hemos visto cómo un camarero dejaba él tabaco y su móvil encima de una de las mesas de la terraza mientras atendía al público y entraba y salía con las consumiciones. Y en la visita a la iglesia de Hrastovije el guía tres cuartos de lo mismo. el móvil en una de las sillas mientras deambulaba por al iglesia dando profusas explicaciones. Llama la atención. Aquí no haríamos eso ni locos. Es más, ves eso y te pones a vigilar por si acaso.

Balanza para controlar que no te timen
en el mercado de Ljubljana
Si atendemos a indicadores como el PIB o a algo que he descubierto investigando sobre Eslovenia y que se llama Índice de Desarrollo Humano (elaborado por la ONU), los eslovenos gozan de un buen nivel de vida.
Leyendo he encontrado datos que me han resultado llamativos:
- tiene poco más de dos millones de habitantes y una superficie algo menor que Galicia.
- es líder mundial en fabricación de elementos para deportes de invierno
- el 20% de los medicamentos genéricos que se producen lo hacen farmacéuticas eslovenas
- se autoabastece de cereales, e incluso exporta, a pesar de que sólo el 2% trabaja en el campo.
- es el tercer pais con mas masa forestal de Europa.

Y la verdad es que se ve el bienestar. Nos ha parecido un país muy limpio, muy ordenado, tanto las ciudades como el campo. Todo bien cuidado, pintadito, florido, supertxukun. Y lo de los bosques también se nota. Vayas por donde vayas se ven extensas manchas de arbolado.  Y en algunos sitios estaban empezando a cambiar de color. Super guapo.

Colmenas, nada de cajas viejas tiradas por ahí.
Y muchas muy cerca de las casas, las abejas también deben de ser muy educadas.

Tiene casi un 12% de inmigrantes, sólo un punto por debajo de España. Pero eso no se aprecia porque más de la mitad de ellos son bosnios o croatas, o sea, balcánicos como los propios eslovenos. Me ha llamado la atención que el siguiente grupo, en número, de inmigrantes, sean procedentes de las Seychelles. A lo mejor es esa proporción la que explica la postura antimigrantes del gobierno esloveno. Porque es lo único que chirría en ese país: u gobierno tirando a facha.


Una curiosidad: con el café siempre te dan un vaso de agua (eso lo hacen en más sitios, lo sé), pero la cuestión es que si pides un vino también te lo sacan. Será una medida de salud pública, digo yo.
Y otra: casi nadie conoce Bilbao, ni por el fútbol ni por nada. La única eslovena que conocía Bilbao era por que había visto la película de James Bond que se rodó aquí. Un auténtica lección de humildad. 

Lo dicho. Volveré. A los montes.



martes, 17 de septiembre de 2019

ÙLTIMA PARADA: LAS CALANQUES


Cuando volví de Croacia en mi año sabático, paré un par de días en Las Calanques. Es un medio camino perfecto entre la extinta Yugoslavia y Bilbao. Partes el viaje, hay paseos, calas y Cassis en un pueblo costero apetecible.


El Parque Nacional de Las Calanques está cerca de Marsella. Su principal atractivo son una serie de pequeñas bahías a modo de fiordos, encajonadas en altos acantilados y con unas calas de aguas límpidas absolutamente apetecibles a pesar de la aglomeración. La vez anterior era finales de septiembre, y ahora era el último fin de semana de agosto. Todo el mundo aprovechando la ocasión. Como nosotras. Cierro la entrada con la última foto de que tenemos de las tres viajeras, tomando una birra a precio francés. A pesar del precio, un buen final para un viaje estupendo.




DE VUELTA A LAS MONTAÑAS



Esto del blog es guay. Llevo ya dos semanas en Bilbo, y aquí estoy, revisando fotos, escribiendo, esto me permite seguir en Eslovenia, aunque sea virtualmente. Recordar momentos, anécdotas, escoger las fotos... hace que las vacaciones no se olviden tan rápido como acostumbran en cuanto empiezas con la rutina laboral.
Me pongo otra vez en modo esloveno. De Piran, en la costa, volvimos a las montañas, al Parque Nacional del Triglav. En la zona de los lagos nos acercamos por el este y por el sur, esta vez les tocaba al norte y al oeste. Mi idea de subir el Triglav ya estaba totalmente desechada.
Antes de poner rumbo a nuestro destino, nos desviamos media hora para ver una pequeña iglesia, la iglesia fortificada románica de Hrastovlje, una joyita con unos frescos maravillosos de 1490.


La ruta elegida para volver al norte  pasaba por otra de las zonas vinícolas, la de Boriška Brda. Esta vez sí, esta vez sí vimos extensos viñedos. Fuimos disfrutando del paisaje, por carreteras secundarias, parando donde apetecía... Una delicia. En este recorrido pasamos por Nova Gorica, ciudad creada en 1947, cuando Italia se quedó con Gorica, y los eslovenos construyeron esta nueva ciudad con criterios modernos. Exactamente, la guía pone que siguieron los preceptos de la arquitectura moderna de Le Corbusier. No paramos, pasamos con el coche siguiendo los carteles de Centro, y no fuimos capaces de distinguir la diferencia de esta ciudad con cualquier otra que no haya seguido dichos preceptos. Claro que de arquitectura entendemos poco.

Para acabar el día, nos dirigimos a la población de Most na Soci. Es un pueblo a la vera de un pantano (nos dimos un buen baño)  donde puedes montar el coche en un tren y dirigirte al norte. Te ahorras unas cuantas curvas y es una experiencia. No es que montes el coche en un tren, es que viajas dentro de tu propio coche, subido a una plataforma-vagón. Te permite pasar por zonas que de otro modo son inaccesibles. Me entró el antojo de usar ese modo de transporte desde que leí de su existencia. Y disfruté como una chiquilla. Nosotras lo cogimos hasta Bohinjska Bistrica, y de allí hasta Grozd Martuljec, localidad donde íbamos a pasar dos noches, nos quedaba otra horita.



La zona de Kranska Gora es una excelente base para hacer rutas, Para ser un importante centro de esquí, el pueblo tiene bastante encanto. No está lleno de horribles y altos edificios de apartamentos como las estaciones de esquí de por aquí. Como curiosidad os diré que fue en esta zona donde realizaron el salto de esquí que todavía ostenta el récord. Están muy orgullosos de sus pistas y trampolines de salto. No me quedó claro si además también tiene el trampolín más largo para hacer los saltos. Muy cerca están la Reserva Natural Zelenci, una pequeña maravilla natural muy accesible con unos lagos y pantanos de un color espectacular..

Hemos hecho dos rutas por la zona. La primera no se ubica exactamente en el Parque del Triglav, pero ofrece unas vistas espectaculares de sus montañas. Para variar, las cumbres estaban nubladas. Es una ruta circular que se podría hacer en unas 3 horas. Y lo hubiéramos conseguido si no fuera porque empecé a ver un montón de setas. Y no podía pasarlas por alto. Al final recogí lo suficiente par hacer unas patatas con níscalos para cenar, y para hacer un pintxo de gibelirdiñes para cada una. Os voy a confesar que al principio había poca confianza en mis conocimientos micológicos entre mis compañeras de viaje, pero al final cenaron a gusto. Incluso alabaron mis dotes culinarias. Eso sí, lo primero que comentaron al despertar fue: Parece que estamos bien.



La segunda fue subir al Slemenova Špica (1906 m) desde el paso Vršič, puerto de montaña de 25 curvotas (las numeran como en Dolomitas) que sube a 1611 m. Es una ruta de 3 horas también, muy asequible para todos los públicos. La guía que llevé la califica como uno de los mejores paseos que se pueden hacer en la zona. Cualquiera de las otras rutas más recomendables requería otro esfuerzo y otro conocimiento de la zona. Y en efecto, esta era para todos los públicos. Frecuentada más que el Gorbea, os informo. Creo que en Eslovenia es difícil encontrar sitios poco frecuentados en la montaña, hay mogollón de afición a la montaña, pero este, debido a su poca exigencia, y a que es muy chulo, estaba petado. No os digo más. Jamás había visto a ovejas acercarse a los humanos a pedir comida, dejarse tocar... Alguna incluso les robó a unos excursionistas una bolsa de plástico con comida.



En la cumbre. Eva se aburrió de esperarnos.

En la foto se ve la Capilla Rusa, hecha en madera en 1916 en honor a los miles de soldados rusos que murieron contruyendo la carretera del puerto de montaña del paso Vršič.

La última noche la pasamos en Kobarid, otra pequeña y agradable localidad al sur del paso Vršič, con una significativa historia en la 1ª Guerra Mundial. Tienen un museo dedicado a ello. A reseñar el restaurante Hisa Polonca, por si pasáis alguna vez por allí. Allí hicimos la última cena, como Jesús, en nuestro caso la última que hacíamos en Eslovenia. Y estuvo muy bien. Fue un buen colofón al viaje.

jueves, 5 de septiembre de 2019

PIRAN


Me ha encantado Piran. Iba con recelo. Si lees las guías la describen como uno de los lugares más recomendables del Adriático, con un pequeño casco histórico de clara influencia veneciana, la tildan de localidad romántica y glamurosa. Empecé a pensar que igual me había equivocado, que nos teníamos que haber alojado en otra localidad menos turística, que iba a ser insoportable y que nos íbamos a encontrar fuera de lugar.


Y nada más lejos de la realidad. En efecto, tiene un aire veneciano, el gótico veneciano está presente por doquier, Había mucha gente, claro, hemos ido en agosto, pero nada de aglomeraciones, casi nada de pijerío y mucho de encanto en sus callejuelas y plazas. Del romanticismo no os puedo hablar. Está rodeada de mar, tiene forma de cuerno, y en la punta está el faro. En lugar de playa tiene plataformas de cemento con escaleritas para facilitar el baño. En algunas zonas más alejadas del cogollo hay playas de piedras, nada de arena. A escaso kilómetro está Fiesa, que tiene una playa más convencional, también con plataforma de cemento, pero con zona de esparcimiento, chiringuitos y demás. Se puede acceder por un agradable paseo costero.


Lo que más que llamó la atención, me fascinó de hecho, es que al lado de las terrazas, algunas de las cuales eran muy plin y a cuyos camareros sólo les faltaba la pajarita, las familias se aposentaban con sus sillas de playa, sus tumbonas y sus neveritas, dispuestas a pasar el día como si de una verdadera playa se tratara. Y cuando digo al lado, quiere decir a continuación. Todo hueco del paseo que no estaba ocupado por terrazas estaba tomado por la gente. Sin complejos.


Mención especial merecen la plaza principal, dedicada a Tartini (Tartinijev Trg) y la Trg 1. Maj, abrevistura de Prvomajski trg, o sea, plaza del 1 de mayo. Lo sé porque en Piran todos los letreros están también en italiano, no porque mi esloveno dé para tanto. La primera es una plaza cuadrada, muy grande, con suelo de mármol o algo parecido, rodeada de emblemáticos edificios. La segunda es una placita que más recuerda a Nápoles que a Venecia por lo destartalado de algunos de sus edificios, pero con mucho encanto. Allí hay un establecimiento que da de comer por una ventana (allí pides y allí lo recoges) y de beber por otro lado. Si pillas mesa te atienden los camareros en el asunto del berbercio. Y si no pillas mesa, como fue nuestro cado, pides, te sientas en el pretil o en las escaleras y a degustar lo que sea, nos pareció que todo tenia una pinta estupenda.


Desde Piran visitamos las salinas de Secovije. A pesar de que todavía se explotan (había gente currando) fue una visitaun tanto decepcionante. La proyección del Centro de Interpretación hace más hincapie en la historia que en el proceso de obtención de la sal, y a mí siempre me gusta más la parte técnica, lo otro se me olvida volando. Y hacía un calor de muerte paranadar padeando entre las parcelas.


También fuimos Trieste, está a 40 km. Es una ciudad grande, pero lo que es el centro se abarca bien andando. Estuvimos 4 horas largas y nos cundió un montón. El zona del Canal Grande y la catedral de San Giusto nos gustaron mucho. Y la Plaza de la Unidad, que es enooorme y está rodeada de innumerables edificios monumentales, un tipo a la Praça do Comercio de Lisboa, también abierta al mar.


lunes, 2 de septiembre de 2019

CAMINO DE LA COSTA

Castillo de Predjama

Eslovenia tiene pocos kilómetros de costa. Allí, entre otras localidades, está Piran. Ese era nuestro destino. Pero en el camino teníamos unas joyas: un castillo, cómo no, y unas cuevas, todo ello en la zona del Karst.
Esta zona da nombre al fenómeno kárstico que conocemos, ese que hemos estudiado en la escuela y en el insti. Karst, dolina... algunas palabras que nos suenan de esa lección son en realidad eslovenas. Fue allí donde se emoezaron a estudiar por primera dichos fenómenos. La región cuenta con innumerables cuevas y son el paraiso para los espeloélogos y los geólogos.

Interior del castillo.

El castillo de Predjama esta construido a la entrada de una de estas cuevas, en un acantilado a 123 m. de altura. Inexpugnable. A no ser que alguien te venda al enemigo, y le chive que la pared más endeble de todas es la del cagadero, situado en una zona externa porque el sistema era muy parecido al que muchos hemos conocido en los caseríos y en algunas casas muy viejas. Así que el pobre señor del castillo, que aguantó un año de asedio porque podía deambular a sus anchas por las galerías de la cueva y salir al exterior cuando quisiera, murió cagando. Y todo eso lo sè porqueb a entrada incluye la audioguìa,  y por una vez la tenian en castellano.


La cueva de Škocjan es uno de las más grandes de Eslovenia. La más grande es la de Postojna, mucho más turística: tiene hasta un trenecito. Nosotras decidimos visitar las de Šcocjan. Ha nsido declaradas Patrimonio mundial de la UNESCO y parecían algo más auténticas. Se pueden visitar casi 5 kilómetros de galería, y alguna de sus salas podrían albergar conciertos para 10.000 personas. Porque no es espectacular por sus estalactitas o formaciones rocosas, sino por su tamaño. Se pasa por un puente a 45 m. del suelo, por donde discurre el río Reka, responsable de todo el laberinto kárstico. Las salas son enormes, la sensación de inmensidad es apabullante. He estado en muchas cuevas y esa sensación no la había tenido hasta ahora. No hay pruebas fotográficas,  no dejan sacar fotos.

Esto es la salida, da una idea del tamaño
que puede tener el interior

Como tengo complejo de maestra, le llamé la atencion a uno que iba sacando fotos con el móvil disimuladamente . Es que me joden los listillos. En mi perfecto inglés le pregunté: wich part of no photos haven't you understand? Creo que siguió haciendo fotos, pero tenía que andar pendiente de la guía y de mí, le hice un poco más incómoda la misión.

sábado, 31 de agosto de 2019

LOS LAGOS: BLED Y BOHINJ

Lago Bled

Bled es LA postal de Eslovenia. Un lago turquesa con una iglesia sobre un islaote en medio y un castillo en un acantilado. En el s. XVIII el dueño del csstillo valoró desecarlo para aprovechar la arcilla para hacer ladrillo. Un visionario, vamos. Menos mal que un médico suizo tuvo mejor visión, abrió unos baños medicinales, y hasta hoy. No hay centímetro de la orilla del lago sin explotar: clubes de remo, servicios hosteleros, urbanizaciones... Pero a pesar de lo turístico, es una visita obligada. Es muy chulo, y muy agradable de pasear. Lo que es Bled pueblo ni mencionarlo, nada que merezca la pena.


En el libro de rutas que compramos Espe y yo en nuestro primer intento de venir a los Alpes Julianos recomiendan una ruta que pasa por lo que los autores denominan el mejor mirador sobre el lago, Mala Osojnica. Estuve estudiando las opciones, y di con una opción circular que permitía pasar por dos miradores sin hacer mucho desnivel. Consiste en seguir las indicaciones a Osojnica, y luego seguir al siguiente mirador. En los planos que te dan se ve la opción circular. Si lo haces así, te toca bajar ese tramo de escaleras, no subirlo. Toda la ruta va por bosque, y de vez en cuando se vislumbra el lago.  Super.


Total, que allí fuimos. M José consintió en hacer la ruta un poco a regañadientes. El desnivel fue mayor del esperado, habida cuenta de nos equivocamos en un cruce y acabamos subiendo un monte, Velika Osjnica,730 m. Teníais que escuchar a M José diciendo que le dejara escribir en el blog, que en el trío buena sólo era una (ella, claro), y que quién le mandó hacerme caso.

Lago Bohinj.

Después, fuimos a la isla en una embarcación tradicional de remos que el barquero conduce de pies, es muy curioso ver cómo reman. El viaje sale un poco caro (15 €/pax) pero es una experiencia.
A la tarde cambiamos de lago. El lago Bohinj no tiene nada que ver con el de Bled. Es más natural, más agreste, no está urbanizado y la gente va allí a practicar deportes varios. En su orilla se encuentra la iglesia, San Juan Bautista a lo mejor habría que llamarle ermita si no tuviera un gran campanario. Es pequeña pero alberga unos bonitos frescos. Se puede pagar sólo por la iglesia, o 5 € si además quieres subir al campanario. No lo sabíamos, pero desde allí, si no está nublado, se ve el Triglav. Es lo más cerca que he estado del dichoso monte, y eso que era uno de mis objetivos.


Nos alojamos muy cerca de Bled, en Koritmo. Apartamentos BioFit, fácilmente encontrable en Internet. Estuvimos superagusto. La dueña es majísima. Como hay que presentar siempre los carnés, se dio cuenta de que era el cumpleaños de Eva y le regaló una tableta de chocolate. Un detalle. Y acertó de pleno.


Además, nos explicó donde aparcar lo suficientemente cerca del lago Bled pero sin tener que pagar, que le cogimos vicio a eso de no pagar el parking. A 5 minutos del lago, un poco cuesta arriba a la vuelta, está la estación de tren de Bled. Y sitio para aparcar sin problemas. Cualquier otro sitio más cerca sale a 3 € la hora.
Vistas desde el balcón.

Este día me quedó la única pena que he tenido en todo el viaje. El plan abarcaba una ruta por la tarde a las cascadas Savica, que entra un poco al Parque Nacional del Triglav por el sur, por el oeste del lago Bohinj. Pero la climatología adversa y que M José se dejó el móvil en la isla del lago Bled y que tuvimos que esperar a que el amable barquero lo rescatara impidieron la incursión.

jueves, 29 de agosto de 2019

CAMINO A LAS MONTAÑAS


Skofja Loka (prado del obispo en esloveno) es una pequeña localidad declarada monumento histórico en 1987. Es una de las que más nos ha gustado. No tiene ningún edificio espectacular ni especial, aparte del castillo, claro, pero en conjunto resulta muy evocador. Otra vez nos encontramos con eslovenos samaritanos. Nos vieron al lado de la máquina del parking, intentando descifrar el sistema de horarios y pago, y se acercaron amablemente a explicarnos que podíamos sacar un ticket gratis de 2 horas, y volver las veces que quisiéramos a poner más. Muy majos estos eslovenos, sí, a lo que se ve no les gusta pagar parking.


Después de parar en Skofja Loka, segimos camino a Bled, nuestro siguiente destino. Esta jornada era el cumple de Eva, y decidimos celebrarlo comiendo en un buen establecimiento. Nos invitaba Eva. Elegimos una Gostilna (posada en esloveno, aunque corresponde a pequeños restaurantes locales) al borde del lago Bled. Nos dimos un buen homenaje. Eskerrik asko, Eva.


Para bajar la comida, decidimos ir a la garganta de Vintgar. Flipamos. Yo ya he estado en más gargantas, suelen tener bonitos paseos a la vera del río, más o menos cerca, con puentecitos, pasarelas... Vamos, lo que cualquiera se puede imaginar.



Pues no. Superó todas las expectativas. El río era profundo, las pozas parecían piscinas, el caudal era ingente. Además, no sé si por el calor, la diferencia de temperatura entre el agua y el ambiente, el exceso de humedad o lo que fuera, sobre el agua se asentaba una especie de aura neblinosa que le confería un aire fantasmagórico difícil de describir. Espero que las fotos hagan un poco de justicia.


Eso sí, pagas la entrada, 10 € cada una, y pagas el parking, 5 € el coche. Aquí no hay escaqueo posible.

miércoles, 28 de agosto de 2019

NORESTE

Ptuj

Utilizamos Celje como base para explorar el noreste. Nuestro primer objetivo es Ptuj, una de las ciudades más antiguas de .
Arte en el castillo de Ptuj
Eslovenia. Es un pueblo con mucho encanto, un castillo y, duranto nuestra visita, mucho arte por la calle. Lo más característico de Ptuj son sus csrnavales, una fiesta que se remonta a tiempos de los primeros eslavos. Sus personajes nos han recordado mucho a los de los carnavales rurales, especialmente a los zanpantzar.




De Ptuj nos dirigimos hacia el norte, en busca de unos molinos fluviales flotantes de la zona de Prekmurje. Además, es una zona vinícola y quisimos ir por carreteras secundarias para poder apreciar mejor el paisaje y el paisanaje. Pero nada de viñedos, sólo vimos una pequeñas parcelas, debe ser que no encontramos la zona exacta. Pero vimos garzas, cigüeñas, algún cervatillo... Disfrutamos de la carretera.

Nos costó mucho encontrar los molinos. Pero mereció la pena. El que de Veržej aún funciona y venden harina. Había un señor bastante mayor por allí que no explica nada, pero que te cobra 1€ por que lo puedas ver por dentro. No se ve gran cosa. Si el euro vale para que pueda mantener el molino, bien pagado está. A pesar de venir en las guías y en los mapas turísticos que te proporcionan en las oficinas de información, no parecía que reciba ninguna ayuda.

De vuelta, teniamos que elegir entre entrar a Maribor o ver Celje en condiciones. Elegimos lo segundo. Por lo que habíamos leído en las guías (3 personas, 3 guías diferentes, a veces una locura informativa) tampoco es gran cosa. Al día siguiente recibimos desde varias fuentes un artículo de El País Viajero donde la ponía como "una ciudad de cuento". En fin, siempre hay que dejar algo para la siguiente vez.

Castillo de Celje
Celje es una ciudad pequeña, con un pequeño casco antiguo, una buena arquitectura y un fantástico castillo. Cómo no, los hay por todas partes. Fuimos primero al castillo, y después paseamos tranquilamente por sus calles.


Nos alojamos en los Apartamentos Fazaric, estupendamente situados, y, como ya os he comentado, con un dueño majísimo que me explicó cómo podía aparcar en un parking de pago, pero sin pagar. La caña. Sólo tiene una pega. La persona que va a limpiar el bar de enfrente pone la música a tope a ¡las 6:30 de la mañana!