domingo, 6 de abril de 2025

VALLE SAGRADO


El Valle Sagrado de los incas es la cuenca del río Urubamba, también llamado Vilcanota, según el tramo al que se refieran. En realidad Vilcanota es un nombre españolizado. Ya os he comentado que tenían un poco de problema con los nombres quechuas. Vilcanota era en origen Wilcamayu. No lo encuentro tan difícil de pronunciar, pero Pizarro y cía no debían de ser muy listos. Así que Vilcanota se quedó. El Urubamba/Vilcanota desemboca en el Ucayali, uno de los grandes afluentes del Amazonas. 

Era la zona agrícola por excelencia de los incas. Es un valle fértil, con espléndidas vegas cultivadas y terrazas en sus laderas, éstas no todas cultivadas, rodeado de imponentes montañas, algunas de ellas con los picos nevados. Estamos en los Andes Centrales.

Era considerada área sagrada debido a su abundancia de recursos naturales y su clima favorable para la agricultura. 

En el valle se encuentran numerosos vestigios incaicos, diversos sitios arqueológicos y varias comunidades indígenas o pueblos que mantienen intactas muchas tradiciones y costumbres ancestrales. Nosotras visitamos algunos de ellos.

Chinchero es conocido por ser un centro importante de la artesanía textil en la región. Son mujeres las que tejen, agrupadas en diferentes cooperativas. Nos explicaron el proceso. Fue interesante ver de donde sacaban cada pigmento. También cuenta con un recinto histórico donde sobre todo se ven terrazas. La iglesia colonial está construida sobre muros incas y le da un toque muy especial, como en Cusco.

Las salineras de Maras son un grupo de terrazas escalonadas desde donde se extrae sal desde tiempos preincaicos, ya hace 2800 años. Hay 4000 pozas, y el conjunto visto de lejos es una estampa espectacular. Las explotan familias pertenecientes a dos comunidades. Cada familia explota entre 25 y 30 parcelas de las salinas. No sé si eso dará para vivir de ello en exclusiva. 

En Moray hay una serie de terrazas circulares escalonadas. Se cree que se usaba como laboratorio agrícola para estudiar y adaptar plantas a diferentes alturas, para luego transplantarlas al entorno adecuado.

Ollantaytambo es una aldea que es un ejemplo de arquitectura urbana inca, con estrechas calles y canales de riego. Cuenta con un sitio arqueológico que era fortaleza y templo a la vez, con terrazas agrícolas, andenes, templos, recintos ceremoniales y una fortaleza en la parte superior. Las enormes piedras utilizadas en su construcción, algunas de las cuales pesan varias toneladas, son testimonio del increíble ingenio y habilidad de los inkas. Se aprecian claramente las rampas por donde subían las piedras obtenidas en una cantera en la ladera de enfrente. 

Pisac es una ciudadela inca. Su centro ceremonial corona el valle. Su rasgo más impresionante son los bancales o terrazas, que se extienden por los dos flancos de la montaña sobre la que se asienta. El sitio arqueológico está en cuesta, 400 m de desnivel. Lo más fácil es empezar arriba, e ir caminando hacia abajo visitando los diferentes puntos destacados. Nosotras nos llevamos picnic (teóricamente no se puede) y almorzamos en la antigua ciudad de Pisaqa, 200 m por encima del valle con unas vistas maravillosas.

En todos estos sitios hay mercados y gentes varias vendiendo productos típicos, algunos de mucha calidad. Tú actúas como una célula fotoeléctrica: según llegas las vendedoras se activan y empiezan a cantar sus productos, como una letanía, y según pasas se apaga el altavoz, se callan hasta que llegue más gente. Algunas está dormidas y despiertan a tu paso, y vuelven a caer en el letargo según pasas. Nunca había tenido la sensación de ser un interruptor.

Cada color está sobre su tinte natural

Menos Pisac, al que fuimos por nuestra cuenta, los demás sitios los visitamos en un tour que nos llevaría a Aguas Calientes, punto de partida a Machu Pichu. Pero eso ya es parte del siguiente capítulo del viaje.

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