domingo, 23 de marzo de 2025

CHILE: IMPRESIÓN GENERAL


Casi dos meses desde esa foto

Me ha encantado Chile. Es un país diverso, geográfica, climatológica y paisajisticamente hablando. Sus gentes me han parecido amables, atentas, acogedoras. Como me dijo un francés afincado en Puerto Varas hará 20 años, las gentes de Chile te ayudan sin esperar nada a cambio. Y creo que es cierto. 
Son gente tranquila,  silenciosa, pacientes y bastante tolerantes. Apenas he oído pitar, por ejemplo, y si lo hacen es por una buena razón, no porque te demores en un semáforo. No se mosquean si se cruzan los perros ya sea en la carretera o en las aceras, incluso vi uno tumbado en el felpudo de un hotel elegante, y el portero no se inmutó. Como si estuviera en el felpudo del hotel Carlton, para que os hagáis una idea. Para rato iba a pasar eso en lo nuestro. 
Me ha dado la impresión de que son muy religiosos y, a pesar de que tienen derecho al aborto en ciertos supuestos y están reconocidos los matrimonios entre personas del mismo sexo, me da que muy tradicionales. 

Mujer mapuche s XVIII-XIX

Se tienen por muy bebedores, pero yo no he visto mucha gente borracha, y menos de esa manera que solemos ver en los latinos en Bilbao, hasta morir.

Me ha llamado la atención la política antitabaco. Ya lo comenté cuando no se permitía fumar en determinados parques naturales. Pero incluso en el desierto, donde no hay nada que se pueda quemar, también hay restricciones. 


En el tema de los alérgenos y de las restricciones alimentarias, me ha parecido que está a años luz de lo nuestro. En todos los sitios se pregunta por las restricciones alimentarias, no esperan a que lo tenga que decir la persona implicada, y en todas las cartas aparecen los alérgenos, cosa que allí se ha empezado hace bien poco. En cuanto a las etiquetas de los alimentos, nada de semáforos de colorines: advertencias bien grandes de "contiene mucho azúcar/grasa/sal", "alto en calorías"...
Me he encontrado con bastante gente con apellidos euskaldunes. La mayoría bisnietos de emigrantes, pocos tenían que ver con la guerra civil. Hay un aldea llamada Ustaritz, un pueblo llamado Gorbea y una villa llamada Dancharinea. Que yo haya visto.

Formación basáltica

Volviendo al tema de la bebida, en las fiestas no se vende, en los puestos callejeros tampoco. No se puede beber en parques ni espacios públicos. En ciertos locales, sólo si comes. De hecho, en un sitio, una terraza al aire libre con unas vistas maravillosas, me abrieron la birra y luego se la llevaron porque no iba a comer. Y en algún otro me han servido la birra, pero la he tenido que pagar en efectivo. Y está etiquetada casi al nivel del tabaco, con unas advertencias sobre los peligros de la ingesta. Aunque sin fotos macabras.

En cuanto a la conducción, no me he tenido que hacer chilena, como me tuve que hacer albanesa, croata o italiana (en orden de lo más horroroso que he visto a lo menos) porque conducen con tranquilidad y respetando las normas, excepto las de velocidad. Esas se las pasan por el forro. Pero paran a distancia en los pasos de cebra. Saliendo de las grandes ciudades, no hay muchas rotondas, y tienen unos cruces bien peligrosos. Si vas sin copiloto te descoyuntas si quieres ver.

Iglesia de Chiloé

Os va a parecer extraño, pero otro tema es el papel higiénico. Sí. Por dos motivos. Uno, porque entre las características de los alojamientos, se menciona expresamente que TIENE papel higiénico. Eso no lo había visto nunca. Y dos, es una mierda de papel. No voy a dar detalles, pero da igual cuantos kilómetros cojas. Y no se puede echar a la taza. No sé si tienen problemas de alcantarillado o de depuradoras o de ausencia de ellas más bien. 

En cuestión de precios, me ha parecido similar a Bilbao. Menos el alcohol, que es más caro, y la gasolina, que es algo más barata. Para un país que tiene como sueldo mínimo 500€, diría que a los propios les tiene que resultar caro.

Isla de Aucar

En las tiendas y supermercados no dan bolsas de plástico. Nada de cobrarlas, directamente no las dan. Si necesitas algo, te dan una caja de cartón de las que les llegan a ellos con productos. 

Leí que son la nación con más tasa de obesidad de América del Sur. Y realmente me ha llamado la atención, son gorditos. No he visto muchos obesos, pero no hay mucho flaco. Y es que creo que se alimentan fatal. Una de sus especialidades son los completos, que no son otra cosa que perritos calientes, a los que les añaden todo tipo de guarradas. Eso sí, llama la atención que en todos los sitios a los consabidos ketchup y mostaza se les añade salsa de palta (aguacate). Siempre hay 3 botes para que te sirvas. A lo mejor así piensan que es más sano. Las empanadas también están a la orden del día, y comen mogollón de pan. 

A pesar de que he andado con mucha tranquilidad y no he tenido ninguna sensación de inseguridad, hay mogollón comercios que atienden desde detrás de unas rejas o tienen guarda de seguridad, sobre todo en Santiago, y en la autopista muchos de los peajes también están blindados, apenas pueden sacar el brazo por el hueco que les dejan para poder cobrar. Una chica en un hostel lo primero que me preguntó cuando le dije que había estado en Santiago: ¿y te han atracado? Flipé. Pero sí que deben de haber cambiado las cosas en la capital, sobre todo desde la pandemia, porque un bar emblemático, La Piojera, ubicado cerca del Mercado Central, se está planteando trasladarse a otro barrio porque el ambiente de la zona, y por lo tanto la clientela, ha cambiado.  

Otra cosa que me ha llamado la atención, ya lo he ido comentando, es lo de pagar por la naturaleza, ya sea pública o privada. Si es pública por motivos obvios, y en el segundo caso me flipa que los espacios naturales, algunos bien extensos, puedan ser privados. Cuando estuve en New Zealand todo estaba preparado para ir a tu bola. Aquí, en cambio, para pagar y para hacer tours con alguien.


Las autopistas son más como autovías. Aunque son de pago, hay paradas de bus, aunque allí no creo que hay paradas de bus en las autovías; a ratos hay carteles que te advierten de que en lo siguientes x km puede haber personas; y hay vendedores en el arcén, normalmente patatas, fruta... De hecho, la gente vende cosas en todos los sitios. Ya lo comenté en la entrada sobre Santiago. El top de lo que he visto es personas vendiendo agua y chucherías en las colas de semáforos intermitentes por obras en carreteras. Y los cortes están en los sitios más insospechados. Da igual, siempre hay alguien vendiendoVive principalmente de la exportación de minerales, sobre todo cobre y molibdeno, y de la cría de salmones, además del negocio maderero. Pero en cuanto a los salmones está en el punto de mira sanitario por exceso de uso de antibióticos, alguno de ellos nocivo para el ser humano por lo que el negocio peligra. 

Y no me he acostumbrado ni al picante ni al cilantro. Y eso que en todos los sitios antes de empezar a comer te sacan pebre, que es un aperitivo de tomate, cilantro y picante, más o menos picado o triturado, y cada vez he probado un poco. Lo he intentado, pero no ha podido ser.

Mina de azufre abandonada

Escribo esto camino de Perú. Nuevas vivencias y experiencias me esperan. También unas amigas. Y el picante y el cilantro, me temo. 






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