La visita a San Pedro y a los museos vaticanos ha sido estupenda. Poquita gente (no había cola en los museos, me podía haber ahorrado los 4€/pax de haber cogido las entradas por internet), lo que nos ha permitido deambular a gusto por la Basílica, andar tranquilos por los museos y sentarnos sin agobios en 4 sitios diferentes frente a los frescos de la Capilla Sistina para poder apreciar todos los detalles. ¡Un gustazo!
Siempre que visito edificios imponentes pienso en lo mismo. Da igual que sean basílicas imponenetes, grandiosos palacios o ricos museos. ¿Cómo sería la vida de los obreros, artesanos, sirvientes de aquellas épocas? Da igual que sea en el Vaticano, en la galería de Doria Pamphili o en el Palacio de verano de Sisi. Entonces no habría registros, ni siquiera se le daría importancia, pero ¿cuánta gente moriría y cuánta malviviriría para que nosotros podamos ahora contemplar todo este arte?
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