lunes, 8 de diciembre de 2014

CAZADORES

Chequilla

Una vez instaladas en Orea, como no tenemos nada mejor que hacer para aprovechar este tiempo tan desapacible, decidimos ir a recorrer el pueblo mientras quede algo de luz.
Nada que merezca la pena, la verdad. Así que hacemos lo más sensato: ir al bar a tomar algo. Y digo al bar porque no hemos visto más que uno, a lo mejor hay alguno más escondido por ahí.
Al entrar la sorpresa es mayúscula. Está a tope, repleto de hombres vestidos de cazadores, la mayoría sentados en mesas corridas, comiendo aunque son las 6 de la tarde. Por lo menos hay medio centenar, de todas las edades. Y a esa hora siguen llegando y sentándose a comer
Espe y yo estamos a punto de vestirnos de verde y sentarnos a la mesa a ver si cuela y nos dan de comer.
Pero no, el mundo de la caza es eminentemente masculino y no colaría. Entre eso, y las preguntas que les hemos hecho, hasta el más tonto hubiera visto que estábamos fuera de sitio.
Venían todos de una batida de ciervos organizada por la Asociación de Cazadores local. Aunque los tiempos deben de estar cambiando, llama la atención que están todos muy limpios, no tienen barro ni en las botas.



1 comentario:

  1. Si hubierais tenido la precaución de compraros un sombrerito con una pluma, hubieseis quedado totalmente mimetizadas con el entorno, pero a la Álvarez la sacas de la pañoleta y no es persona.

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