lunes, 21 de agosto de 2017

UN POCO DE TURISMO: VALLE DE HUNZA

Valle de Hunza
Terminado el periplo montañero, tenemos unos días para hacer turismo. Como el plan primigenio consistía en bajar por el glaciar Hispar y acabar en el Valle de Hunza, mantenemos el plan. La única pega es la panzada de kilómetros que tenemos que hacer en coche.

Intentad encontrar la carretea y un camión.
Desde Skardu hay que llegar a la Karakorum Highway (a partir de ahora KKH), carretera (que no autopista) asfaltada de un carril en cada sentido que une Pakistán con China, y que presume de ser una de las carreteras asfaltadas más altas del mundo, y de allí a Karimabad, capital del antiguo Reino de Hunza. Y la carretera que va desde Skardu hasta dicha KKH se las trae. Imaginaos una serpenteante carretera a la vera de un encajonado Indo, el desfiladero más estrecho por el que hayáis transitado alguna vez en coche, excavado con medios tan precarios que a ratos parece que no va a pasar el jeep, un jeep destartalado con un chófer que aquí estaría jubilado, ponedle un montón de kilómetros más a eso que ya os estáis imaginando (hasta 180, o así), un montón de torrenteras, quitadle el asfalto, casi inexistente en muchos tramos, y el resultado es una media de unos 30 km/h, más de 6 horas de viaje y tener que quedarnos a dormir por el camino sin llegar al destino. El pobre abuelete (Yusuf) tuvo que acabar agotado.

Baltit Fort, Karimabad
Cuando ya llegamos a la KKH la cosa hubiera podido cambiar, hay asfalto y rayas pintadas en la carretera, pero la cantidad de controles que hay en el camino no ayudan a mejorar la media, ni el hecho de que cuando alcanzamos la friolera de 50 km/h el jeep se volvía loco y el conductor perdía el dominio del volante. Total, un infierno de viaje.
Pero el Valle de Hunza merece la pena. Está rodeado de unos cuantos siete miles, y es un vergel. Aquí se aposentaron gentes venidas del Tíbet y de China hace pila de años,y establecieron un Reino que ha perdurado hasta que legaron los ingleses. Hoy es un popular destino de turismo local, y algún que otro guiri. Tiene un par de fuertes, con visita guiada muy interesante, y unos alrededores escarpados que perfectamente dan para pasar unos cuantos días. Nosotros estuvimos dos, y nos quedamos con las ganas de un poco más.

Altit Fort y su enmarañado arrabal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario