miércoles, 25 de marzo de 2015
KEPLER TRACK: A GREAT WALK INDEED
Por fin he ido a hacer una Great Walk de esas. Una completa, quiero decir, porque con Eva hice dos días de una (Abel Tasman, lo de dos días en uno) y otro día de otra (Tongariro) Y realmente ha merecido la pena. Aunque aquí también he hecho un poco de trampa. El día anterior llevé el coche hasta un parking y volví andando al hostel, y así he podido hacer la ruta en 3 días-2 noches, que es lo que me he impuesto como límite para el peso de la mochila. Porque tenía que llevar los cacharros, menos el hornillo, que como es una Great Walk eso lo hay en los refugios. Todo el resto hay que llevarlo. Aquí no se estila eso de la media pensión, aunque quieras pagarlo; no hay posibilidad. He tenido que sacrificar la cantimplora con un poco de vino, entre otras cosas. Una pena.
Ha sido impresionante, sobre todo porque no he pasado de los 1500 m en ningún momento, como estar en el Gorbea como mucho, pero con una sensación de estar a más de 2000.
Otra cosa que hay en estos refugios es un ranger. Hasta ahora, para mí ranger era Chuck Norris en una serie horrorosa que daban hace tiempo en TV. Pues no, aquí son guardas.
De vuelta al hostel, una de realidad. Parece que mi VISA y la navajita comapartían el mismo destino. Creo que he perdido la navaja definitivamente, y he tenido que anular la tarjeta porque algún cabrón se ha hecho con los números y estaba comprando cosas a su antojo. Con deciros que ha intentado comprar una estancia en un Spa por más de 1000€... Lo que no sabia el incauto es que no tengo tanto dinero.
Navaja tengo otra (sin tijeras), pero, como bien sabéis, VISA no, así que ya os contaré qué tal se viaja como antaño, cuando no es que no tuviéramos tarjeta, lo que no teníamos era crédito.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Veo que la laboral no tiene una sucursal ni es amiga de algún banco de NZ que te dé otra tarjeta. Si fuera yo, tendría más problema y acabaría por las granjas, pero tú... harás perfectas previsiones de gastos. Qué bien te educó Mertxe.
ResponderEliminar