sábado, 24 de agosto de 2019

LJUBLJANA


Léase Liubliana: la j se pronuncia como una i. En circunstancias normales será, porque en mi master de esloveno todavía no me han aclarado cómo se pronuncia si va precedido o seguido por una i, como en Idrija, que es un pueblo, o štrukji, que es un pastel. Si alguien lo sabe que me lo aclare, por favor
Es mi segunda vez en la capital eslovena. Aunque casi como si fuera la primera, mi cerebro de pez no da para mucho.


Me acordaba del hostel, el Celica, muy recomendable, y sabía que les iba a gustar a M José y Eva. En el pie de foto os dejo lo que escribí en su día. Hoy os puedo decir que tiene un estupendo desayuno buffet por 4 €. Y que en los 5 años que han pasado desde la primera vez ha crecido al lado un complejo museístico que alberga el Museo deArte Contemporáneo, con una plaza amplia que acoge un cine al aire libre, y espacios varios donde se desarrollan múltiples actividades culturales.

Septiembre/2014
Volví al castillo. Me acordaba de él, aunque le colocaba los jardines del de Zagreb. Si es que si viajas a veces se te hace todo un poco lio. Vimos una fantástica exposición de Alan Hranitelj, diseñador de moda especializado en atrezzo para teatro y ópera. Una pasada. Por los diseños del tal Alan, y por el propio diseño expositivo. Lo que no recordaba era la escalera para subir a la torre, una escalera de caracol doble, esto es, unos suben mientras otros bajan, en sendas escaleras que van el paralelo. Un flipe.

La Biblioteca, edificio de Pležnik.
También  hicimos una breve incursión a dos barrios un poco alejados., Trnovo y Krakovo. Barrios tramquilos, de casitas individuales, casi todas con huertas cuyos productos acaban en el mercado de la ciudad. Allí vimos las antiguas murallas y la casa de Pležnik, visita esta última altamente recomendable, si te gusta un poco la arquitectura, claro.

La muralla con un "toque" de Pležnik
La visita al parque Tivoli me resultó un poco decepcionante. Como parque está fenomenal, pero habíamos leído sobre el paseo diseñado por Pležnik, y allá que fuimos. No sé, quitando las farolas, que eran chulas, lo otro me resultó bastante anodino. No sé qué me esperaba, la verdad.


Debe ser una ciudad dog friendly de esas. Hay mogollón de gente con perro, muchos guiris. La manera de saber si una fuente es de agua potable, en el caso de que no lo ponga, es fijarte en si tiene cuenco para ellos. Eso sí, bien atado, na vaya a ser que lo roben. También lo tengo que decir: no hemos visto casi ninguna cagada en el suelo.


Total, que dos días completos en Ljubljana. Suficiente y casi de sobra, porque también entramos en algún museo. Los hay, muchos y diversos. Si se está más, o engras en todos, o se puede compaginar con visitas a los alrededores. Si no, empiezas a repetir calles, zonas y bares.





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