sábado, 8 de abril de 2017

NO SOY MUJER DE PALABRA

Snow Lake (4877 m). Por aquí pasaremos.
Alea jacta est! No hay vuelta atrás. Acabo de comprar un billete a Islamabad. Suena a cuento de Las Mil y una Noches, pero mi aventura será más real. Vuelvo a esas montañotas, vuelvo a hacer un supertrekking. Y no en alfombra mágica precisamente.


Decía que no soy mujer de palabra. No sé si lo recordáis, yo perfectamente, pero volví de Nepal al grito de nunca más, y quién me mandó. Después de eso, hice una alta ruta por Alpes, y subí al Monte Perdido, por citar lo más gordo. Y para este verano un amigo me ha tentado para volver no al Himalaya, sino al Karakorum, otra cordillera cercana, y no dudé ni dos días en decirle que sí. Hasta ahí llega mi palabra. Y menos mal, porque de lo contrario mi vida sería mucho más aburrida.

Así que a mediados de julio iré a Pakistán, circunstancia (la de necesitar pasaporte), por cierto, que ha motivado la última entrada. La idea es hacer la ruta Biafo-Hispar, una ruta de algo más de 100 km. que discurre por dos glaciares que dan nombre a la ruta y que conecta los reinos de Hunza y Baltistan. La diferencia respecto a los recorridos que hice en Nepal es que aquí no hay ninguna infraestructura, hay que acarrearlo todo para unos 14 días. Así que iremos con una organización que provee guías, porteadores y cocineros.

Una cosa: si alguien se encuentra con mi madre, no le comentéis nada, todavía no he decidido si le diré o no la verdad. Me siento como cuando era adolescente y tenía que hacer las cosas a escondidas de mis viejos. La diferencia radica en que ahora los motivos son menos egoístas, ahora no lo hago por mí, lo hago por ella. Lo dicho, guardarme el secreto, porfa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario