martes, 4 de febrero de 2025

RAPA NUI

Ahu Tongariki

Siempre me ha llamado la atención la Isla de Pascua. No sé por qué, la verdad. No creo que sea por la canción de los Zombies.  Pero esas figuras de piedra, esas gigantescas tallas ... algo tienen.

La verdad es que Rapa Nui es más una isla polinesica que Chile. La fisionomía y los rasgos de la gente, el folklore... Ellos no se consideran chilenos, y están trabajando por una mayor autonomía. 

De hecho,  cuando llegas al aeropuerto la costumbre es que desde el alojamiento te vengan a buscar y te reciban con guirnaldas de flores. Como he visto en tantas películas. No, no hay foto.
Cuando salí no había ningún cartel ni con mi nombre ni con el del establecimiento donde me iba a alojar. Pasaba el tiempo, seguían llegando coches, pero mi nombre seguía sin aparecer. Encendí el teléfono, a ver si había algún mensaje... Cómo no, la segunda en la frente, no tengo cobertura. La compañía que me recomendaron no tiene cobertura aquí. El aeropuerto no tiene WiFi. A punto de entrar en pánico cuando por fin vi mi nombre. 


No es una isla fácil. Ni barata. No hay transporte público, y a muchos de los lugares que hay que visitar hay que ir con guía. Por lo tanto, es obligado apuntarte a un tour con la agencia de turno o alquilarte algún medio de transporte, sea coche, moto o bici. Además, hay que comprar una entrada que te permita entrar a esos lugares. A algunas una sola vez, a otros sitios se puede entrar más veces. Hay pocos sitios a los que se pueda ir por libre, pero te tienes que buscar un medio de transporte, y no son baratos. A no ser que te apetezca caminar mucho. Pero mucho. Y con un calor pegajoso que te aplasta. Por ejemplo, la distancia a Anakena, la única playa de verdad y de acceso libre, son 18 km. Para ir andando no, desde luego, en bici no sabría calcular.
En mi caso, hice el tour con el propietario del hostel donde estaba, un lugareño profundo conocedor y amante de sus costumbres, que me explicó la mayor parte de lo que os voy a contar. 


En pandemia la isla estuvo 3 años cerrada. Al segundo año se hizo una votación (no un referéndum,  aquí deciden las cosas asambleariamente, a lo que se ve) y salió que no. Al tercero salió que si por poca diferencia. Y eso que viven del turismo. Parece que antes todo era más descontrolado, y esto les sirvió para poner orden. Se  calcula que fueron 2.000 chilenos (ellos les dicen así a los del continente,  con un punto de desprecio me ha parecido) los que  se fueron de la isla entonces. Como me dijo el  chófer que vino a recogerme, se fue mucha gente que no correspondía. En total no llegan a 8.000 habitantes,  se fue casi un cuarto de la población. 
Me llamó la atención la cantidad de perros callejeros que hay. El guía me dijo que los dejaron los  chilenos cuando se marcharon. No sé si será verdad.

Una de las cosas más alucinantes que me han pasado ha sido al bañarme en unas calitas que hay en el único pueblo de la isla. Hay tortugas marinas, grandes, nadando allí tranquilamente. No les molestan los bañistas, ni los surfers... Es más, una me utilizó a mí para darse impulso. Pasé mogollón de tiempo en el agua y en la orilla observándolas.

Primera generación 
Vamos con los moais. Son estatuas para demostrar el poder de los nobles del momento, entre los años 1500 y 1700. Se asientan sobre plataformas llamadas ahu, que son enterramientos de los citados nobles y sus familias. Se dividen en 3 etapas: en la primera eran pequeños, luego se fueron  viniendo arriba y los fueron haciendo más grandes, y en la tercera etapa les ponian ojos de coral blanco y pelo. Porque esa especie de tocado que yo pensaba que eran sombreros representa el pelo. No tienen pies porque los nobles no caminaban, siempre eran porteados.

Segunda generación 

En la cantera donde los tallaban han quedado algo más de 400 moais, y hay casi 900 en toda la isla. Cuando alguien cometía algún error o se les rompía el moai, los mataban y se los comían. Aquí se ha practicado el canibalismo hasta alrededor de 1700. No sólo se los comian, los reciclaban completamente: con los huesos hacían anzuelos y agujas, con el pelo, que lo debian de llevar larguísimo, cuerdas para las cañas de pescar... sin saber nada de las 3 Rs!

Tercera generación 

El único moai que tiene pies es uno que los trabajadores de la cantera dedicaron a un sabio meteorólogo. A los nobles no les gustó la idea y mataron, y por ende se comieron, a los trabajadores, y, lo que es peor, al pobre sabio, que qué culpa tendría. 
No parece que se pasara hambre en aquella época, a juzgar por la cantidad de moais rotos que vimos en la cantera.


Dejé la isla cuando estaba a punto de comenzar el Tapati, un festival folclórico donde compiten entre diferentes agrupaciones para ver quién hace el mejor baile/actuación. Pude asistir a varios ensayos, llevada por el oído a varios pabellones. Me sorprendió la cantidad de cahavalería, chicos y chicas: vi dos grupos de por lo menos 50 personas cada uno, edades que podrían corresponder uno a la ESO y el otro a Bachillerato. Si queréis ver un video, pinchad aquí. También hay grupos familiares, asociaciones culturales... vamos, todo el mundo. 

Hay que buscar 5 moais. Por sus narices los conoceréis...

Ah! Y en al avión me felicitaron. Hay que rellenar un cuestionario de entrada y supongo que lo verían ahí. Menos mal que lo hicieron bastante discretamente. Me dieron una magdalena con una trozo de papel de plata asemejando una vela. ¡Qué majos!



5 comentarios:

  1. Vaya miedo que tendrían los canteros!! El baño con la tortuga vaya pasada!!

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  2. Turtles vimos en Grecia hace un monton de años de echo las vimos eclosionar de sus huevos y bajar a la mar , asi me compre un pendiente que todavia llevo con una y han pasado no se 20 años

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  3. La primera vez que me he metido en el blog!!!! Tomaaaa, Ido súper interesante lo de los Moais, que pobres los canteros, y como dice Esther, que mieeedo.

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