TREKKING DE LOS GLACIARES BIAFO E HISPAR

El Biafo en su comienzo

Los glaciares Biafo e Hispar, de unos 60 km cada uno, situados en la provincia de Baltistan (Pakistan), en plena cordillera del Karakorum, se juntan en Hispar La, o collado de Hispar, a 5151 m de altitud. En conjunto, pasan por ser la mayor concentración de hielo glaciar fuera de los polos. Además de la propia travesía de los glaciares, y de las vistas desde el collado, uno de los puntos de mayor interés es el lago Lupke Lawo ( Snow Lake), una cubeta glacial con mil metros de hielo de profundidad y unos 10 km de diámetro, rodeado de espectaculares picos.

Panorámica del Snow Lake

Y aquí que me he venido, sin pensarlo mucho, la verdad. El trekking es espectacular, no creo que vuelva a estar en parajes semejantes. A medida que avanzas por el glaciar, el paisaje se vuelve colosal, grandioso, inmenso, sobrecogedor. Inhóspito, frío, inhumano. Todo tiene otras dimensiones, nada es lo que parece. Las distancias aumentan, el tiempo se ralentiza, nuestras referencias no valen aqui.

Los porteadores, encordados

No hemos podido completar el recorrido. El glaciar del otro lado, el Hispar, no está en condiciones. Se han abierto grietas infranqueables. Así que media vuelta y a volver por donde hemos venido. Es una pena, pero en este momento mi cabeza sólo piensa en llegar a la civilización, y, a falta de cerveza, que no la hay en este país, en darme una ducha decente y dormir en una cama. Y en saber de mi madre y de vosotros.

En el collado, 5151 m

Porque aunque físicamente no es exigente (tampoco es un paseo, entendedme, pero no se hacen grandes desniveles cada día ni largas distancias), si la altitud te respeta y diferentes problemas estomacales no acaban contigo es asequible si estás en forma, pero la duración del trek, al final 12 días, y las condiciones de vida durante, lo hacen duro, extremo, diría yo.

Natxo y Héctor han vivido en un estado de excitación permanente. Supongo que saber de estos montes, de sus pioneros, de sus anecdotas ayuda mucho. Crazy climbers. Ha sido un constante ¿Has visto esa aguja? Mira que espolón. qué arista, Pedazo de bloque, pedazo de corredor. ¿Te imaginas sis...? Esto me recuerda a... Tanto a la subida como a la bajada. Sobre todo Héctor. Ha hecho buenas migas con el guía. Él dice que le recrda al maestro Yoda. Eso es porque es joven y no vio otra serie de nuestros tiempos. A mí más me han parecido el Pequeño Saltamontes y su maestro.

De Nepal volví diciendo nunca más, y aquí estoy. Ahora sólo sé que me gustaría conocer Concordia, una confluencia de glaciares del que Natxo habla maravillas y que a mí me llamó la atención cuando leí un libro de Juanjo Sansebastián. Y está aquí cerca, camino del campo base del K2. ¿Quién sabe?

Gracias, Natxo, por haberme dado la oportunidad de tener esta experiencia.
Gracias, Paco, por dejarme el saco que me ha permitido sobrevivir.