Ya os enseñaré el producto final. |
Ya lo habíamos hecho hace dos o tres años, con el añadido de que íbamos a practicar inglés (hay que aprovecharse de los amigos) pero como el pastel no es, a mi gusto y al de alguno más, del todo apetecible, no habíamos continuado con la tradición. Y una pena, porque como bien sabéis, en Euskadi, si haces algo dos años seguidos se convierte en tradición, y si consigues hacerlo durante 5 años, tradición milenaria a conservar a toda costa.
Vaya batiburrillo es hacer tantos pasteles y entre tanta gente. Tocaban a dos personas por pastel, y eso que Patxi y yo nos dedicamos a cocinar para la posterior comida. Al final, 4 pasteles, el 5º tuvo que ir para Buenavista crudo porque el horno no daba para tanto pastel.
Eso sí, Patxi salió a ratos y hasta dio unas vueltas a la masa porque se supone que da suerte para el siguiente año. Yo pasé, no me ha ido mal hasta ahora sin menear ningún pastel, no voy a hacer que me cambie la suerte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario