En el grupo somos 6, de diferentes orígenes. Hemos contratado el trekking con diferentes agencias, pero en Albania es David, un abulense que lleva 8 años en Albania el que se va a hacer cargo de nosotros. Tiene allí una agencia, Viajes Iliria, que ofrece diferentes packs para conocer el país. En nuestro caso, va a ser un trekking por el norte, tocando también Montenegro y Kosovo, y subiendo los montes más altos de Kosovo y el de Albania. El conocimiento que tiene David de la montaña, del país y de sus gentes le dan un enorme plus al viaje. Con él, hemos podido convivir con gentes y tener vivencias a las que de otra manera no hubiéramos tenido acceso.
Nos juntamos con el grupo en Tirana y emprendemos el viaje a Theth, el pueblo de montaña más famoso de Albania,. Montón de horas de viaje, 5:30 horas para apenas 200 kilómetros. La carretera es infernal: atascos primero, sinuoso puerto de montaña después, que al bajar pierde el asfalto. Nos fijamos que en las zonas rurales apenas hay casas viejas, tradicionales. David nos explica que sale más barato hacerse una casa nueva que rehabilitar las antiguas. Supongo que algún día se arrepentirán.
En Theth nos alojamos en un agroturimo, Logu i Harushave, más que recomendable. Por la tarde damos un paseo por la zona, y vamos hasta unas cascadas. Hay que empezar a calentar para los días que nos esperan por delante.
1º dia: Theth-Valbona. Unos 11 kms, Unos 1.150 m. de desnivel positivo, unos 800 m. de desnivel negativo, datos de mi Wikiloc, que no serán del todo fiables. La ruta está perfectamente señalizada, es una de las rutas más populares de Albania. Comenzamos con una primera subida potente. Menos mal que hay mucha sombra, caminamos por un frondoso y extensísimo hayedo. Encontramos una bar antes del collado final, el collado de Valbona. La bajada es muy pronunciada, pedregosa. La mayoría de la gente hace la ruta en el otro sentido y encontramos a mucha gente subiendo. Paramos a comer en otro bar, estas rutas están muy bien abastecidas. Por un momento, Espe se convierte en pitonisa y lee los posos del café turco con bastante aplomo y seguridad. ¡Y hasta parece que acierta! La ruta acaba en un río con un cauce pedregoso por el que es muy incómodo caminar. Como nuestras maletas hoy han bajado en caballo y éstos no pasan de un punto, la aldea de Rrogam, nos evitamos ese tramo final y nos vamos en el mismo jeep que David ha contratado para llevar los petates. La verdad que son uno kilómetros finales que nada aportan a la ruta. Un alivio, porque siento que voy floja. Espero ir remontando a lo largo de los días.
2º dia: Valbona- Çerem. Datos del Wikiloc: 16 km, 1.300 m de desnivel positivo, unos 1.000 m. de desnivel negativo. Hoy el día está catalogado de exigente. Y vaya que lo es. La subida también es potente,, constante, con collados varios. Pasamos por terreno kárstico y por praderas. Cruzamos la frontera con Montenegro. Estamos en la zona del Maia Kolata, el monte más alto de Montenegro. Las vistas durante toda la ruta son espectaculares. La bajada la hacemos por otro hayedo enooorme. Paramos en una casa-bar (por aquí en cualquier borda te ofrecen bebidas y algo de comer). Encontramos a la familia intentando enderezar la casa, un poco torcida por el peso de la nieve del invierno, utilizando una polea, una especie de polipasto que, como cabía esperar viendo lo rudimentario, no puede hacer su labor. Llegamos a destino. Çerem es una aldea que se ocupa sólo en verano, cuando los pastores suben el ganado a los altos pastos. En la guesthouse nos tratan fenomenal. Hoy probamos el raki después de la cena. Se supone que tiene unos 20º, pero es muy parecido al orujo, yo diría que tiene que tener más. Mis sensaciones no mejoran, todo el día he sido la rémora, la que se queda la última al menor repecho.
3º dia Çerem-Doberdoll. Hoy el Wikiloc marca 17 km, 1.200 m. de desnivel positivo, unos 600 m. de desnivel negativo. Sigo fatal, es el tercer día, debería haber mejorado físicamente pero yo no lo siento así. Una diarrea no ayuda mucho, hay que decirlo todo. La primera subida pasa por prados floridos, algunos bares. Hay mucho sube baja, mucha ladera herbosa. Seguimos cerca de la frontera con Montenegro. La ruta ya no está tan bien señalizada, es uno de los parajes menos transitados del país. Está lleno de arándanos, nos cruzamos con unas mujeres que están mirando cuándo van a poder recogerlos, van pasando por las diferentes laderas para saber cuándo estarán en su punto. Nos invitan a ir con ellas para probarlos. Ya de bajada, pasamos la aldea de Balquin, otro asentamiento veraniego de pastores. Llegamos al valle de Doberdoll, Este valle es superchulo, es un asentamiento en altura de pastores seminómadas, aunque parece que va camino de ser un punto importante de aojamientos para los que hacen la ruta, porque hay hasta un camping. Estamos a 1800 m.. Acaban de terminar el edificio en el que nos alojamos, y están haciendo alguno más. En 5 años esto ya no será lo mismo.
|
Doberdoll, nuestra habitación está en la chabola de las 3 puertas. |
4º dia: Doberdol-Sylbices. Hoy son unos 15 km, 900 m. de desnivel positivo, unos 1.000 m. de desnivel negativo. Eso yo, los demás hacen algo más, porque hoy toca subir el Gjeraviça, monte más alto de Kosovo. Salimos ascendiendo lentamente hacia el fondo del valle. Salvamos una desnivel de 500 m para llegar a un collado y pasar a Kosovo. Yo voy fatal, me cogen todas mis cosas para que pueda terminar el repechón. De ahí al lago Corazón, que tiene ese nombre por razones obvias. De ahí subimos a otro collado desde el que los demás atacarán el Gjieravica, cumbre mas alta de Kosovo Yo bajo a un lago a esperarles, no me la vida. Mientras bajo, me da la gran llorera Una cosa es que no sea cumbrista, y otra no subir porque no puedes: hoy cada paso cuesta arriba que doy me pesa como un muerto.
|
Cómo se llama el lago... |
De allí, después de juntarnos, comer y sestear, accedemos a otro collado y de ahí una bajada infernal: casi vertical, pedregosa a ratos, de ladera muy pendiente y herbosa sin sendero marcado en otros momentos. En resumen, una mierda de bajada de mogollón de metros que nos lleva a Sylbices, otro valle de altura. En el alojamiento hay una gran familia, parte de ella ha venido de Francia a pasar el verano. La comunicación se hace más fácil. Perdemos un elemento del grupo. Jesús se tiene que volver a casa por un problema familiar.
|
Sylbices |
5º día: Sylbices- Bajram Curri. Me levanto pronto y me ofrecen ver como hacen el byrek, especie de empanada (de una verdura algo más fuerte que las espinacas o de queso) y con algo lácteo. Hay que ver la práctica que tiene la mujer para estirar la masa con un palo como de escoba, nada de rodillo. Pone hasta 5 capas de masa-farsa, en nuestro caso de esa especie de espinacas, y lo mete al horno, un horno de fuego bajo de los de antes, de leña. David le dice a la mujer que a Espe no le gusta la cebolla, y hace una pequeña con queso. Eso va a ser parte de nuestro picnic. Hoy toca hacer algo más de 16 km, y 1.000 m de desnivel, tanto en positivo como en negativo. Me decido a hacerlo porque mañana es día de descanso, cambiamos de zona y toca viajar. El primer repecho de unos 200 m de desnivel es tan vertical, que el señor de la casa nos acompaña porque controla mejor que David por dónde ir haciendo zetas (o la más parecido a eso que el terreno permite). Llegamos a casa de una de sus sobrinas, y nos ofrece té. Bendito descanso. Después, y siempre con la experiencia del señor, seguimos subiendo incansablemente. Bueno, eso los demás, yo casi muero otra vez.
Luego, un buen rato de campas, prados y ladereo muy chulo hasta una canal que hay que superar, pero que se hace fácil, está muy bien trazado. Llegamos hasta los lleva a los pies de Maia Shkelzen,
monte sagrado con la tumba de un señor (ver la foto) al que supone que suben hasta los niños. Yo no, me quedo esperándoles al lado de la tumba. Luego bajada larga por pista. Una vez más, David nos busca un transporte para quitarnos montón de kilómetros de pista, En el lugar donde cogemos el jeep, tomamos café y té. No nos quieren cobrar ni dejarles ninguna propina, la verdad es que no puede ser más hospitalaria esta gente. Ya en coche, pasamos por un b
osque enorme de castaños fabulosos. Esquivamos unas cuantas tortugas que cruzan la carretera. Después de estos días durmiendo en casas de pastores, hoy toca un hotel en Bajram Curri, capital del municipio de Tropoje, lo más parecido a una ciudad que hemos visto hasta ahora.
|
Hace calor, mucho calor... |
6º día: Bajam Curri- Radomire. Hoy toca panzada de coche, vamos la zona de Dibër (Dibra), donde está el Korab, la montaña más alta de Albania. Pasamos a Kosovo Paramos primero en Gjakova, que tiene un bazar otomano bastante grande, y una mezquita bastante chula y después en Pizren, histórica ciudad que algunos tildan de la más bonita de Kosovo. No tengo para comparar mucho y deciros si es cierto o no. Pero es bastante monumental,. sí. Hace un calor insoportable, y el resto del viaje se hace pesado. Amelia sufre, pobre, en el monte es una caña, pero el calor no es lo suyo. Nos alojamos en Radomire, pequeño pueblo desde el que parte la ascensión al Korab.
7º día: Subida al Korab. Había guardado las botas con intención de no volverlas a sacar. Pero el grupo me anima, y cedo. A pesar de los 1.500 m de desnivel. El argumento definitivo me lo da Mireia: se sube y se baja por el mismo sitio, me puedo parar y quedarme donde sea y esperarles. Y no es cuestión de ir de cortarrollos: el grupo me insiste, la voz de mi conciencia (o sea, Espe) expresa casi sin palabras su opinión, y a David le parece casi un reto personal conseguir que llegue a la cima. Así que a sacar las botas otra vez.
|
Si a las ovejas les vale... 😆😆 |
Y la verdad es que la subida no es tan dura. Es larga, pero se va haciendo como a escalones, en ningún momento se ve cómo será el siguiente tramo y eso hace que mi cabeza no se alborote en exceso. No ver lo que falta es la clave. Así que poco a poco, parando un rato después de cada repecho y estupendamente acompañada en la zaga por Espe y por Amelia, que van parloteando sin parar para tener mis pensamientos ocupados, conseguí coronar el techo de Albania. Como premio, un hotel en Peshkopi, capital de este condado.
8º día: Vuelta a Tirana. Y se acaba esta aventura. Volvemos a Tirana, donde cenamos juntos y nos despedimos. Por el camino, vamos viendo un poco más de país. Yo voy tomando nota de todo, aquí se acaba mi aventura con Espe, pero comienzan otros 10 días de turismo con otras 3 amigas que vienen a acompañarme en la segunda parte del periplo. Lo ire´contando.
|
Aquí yo, a punto de morir el 4º día. |
En el borrador que he ido escribiendo durante la travesía, puse que después de este viaje se han acabado los trekking para mí, que cuelgo las botas, excepto que vaya con algún club de jubilados no muy montañeros. Aunque ahora no lo veo tan drásticamente, sigo pensando que no estoy para ir con gente que esté mínimamente en forma. Espe dice que todo está en mi cabeza, que físicamente puedo con esto y con más. Tal vez lo difícil sea eso, admitir que me pasa algo y que no sé cómo darle la vuelta. Porque lo físico se entrena, pero ¿qué hago con la cabeza? No tengo claro que vaya a superar esto, sobre todo porque no sé exactamente qué es
"esto". He dado con un grupo fantástico. A pesar de que todas estaban supercachas, de que podían haber llevado un ritmo mucho más rápido, sobre todo Espe, que no me ha abandonado ni un instante, han asumido mi ritmo como suyo, me han animado a que siga (más de un día me hubiera ido en el jeep con las maletas), se han repartido mi peso, y, sobre todo y básicamente, me han esperado: en cada cuesta arriba, en cada repechón, en cada collado, me han esperado.
ESKERIK ASKO. GRACIAS. MIL GRACIAS.