Berat, la ciudad de las ventanas. |
Madrugamos un montón para ir al aeropuerto con Espe, y coger allí un coche para seguir con la parte turística del viaje, ya sin ella. El plan era viajar hasta Gjrokastra, ciudad situada bastante al sur, y aprovechar el viaje para hacer diversas paradas.Llegamos a Berat a media mañana. Berat es una localidad otomana con mucho encanto, muy diferente de lo que había visto hasta ahora. Está emplazada en un meandro del río Osum, en un paraje incomparable, y está muy bien conservada. Es Patrimonio Mundial de la Unesco, y no me extraña. En la foto se aprecia claramente el motivo por lo que le llaman la ciudad de las mil ventanas. La uniformidad de las fachadas le confiere un encanto especial. Callejeamos un poco y subimos al castillo/ciudadela, situado, lógicamente, en la parte alta de la ciudad. Además de un laberinto de callejuelas, allí se pueden encontrar diferentes iglesias y mezquitas. Una de esas iglesias, la de la Dormición de la Virgen, acoge el Museo Onufri, dedicado a un destacado pintor de iconos. Tanto la iglesia, con un espléndido iconostasio, como el Museo, son de obligada visita. Vimos unos iconos bizantinos espectaculares.
Después de un piscolabis, nos pusimos otra vez en marcha. Hay una manera más directa de llegar hasta Gjrokastra, de unas 3 horas para hacer unos 160 km, pero elegimos el camino de la costa Jónica porque no íbamos a volver a pasar por allí y por si caía un baño. Eran el doble de kilómetros, pero no pensamos que iba a ser para tanto. Craso error. Domingo de agosto. No calculamos bien lo que eso significa en Albania, donde no hay circunvalaciones, ni nada que haga el viaje algo más llevadero. Las localidades que pasamos eran todas un horror turístico, no pudimos aparcar en ningún sitio para darnos un baño, y tardamos más de 6 horas en llegar a destino. Una pesadilla de viaje, vamos.
La carretera es muy sinuosa, y hay que pasar un puerto de montaña, además de atravesar un montón de poblaciones de costa que, como ya he comentado, no tienen circunvalación. En la foto, la costa Jónica desde el puerto del Monte Çika, a 2045 m. Creo que esta zona merece una visita detenida, en otra época del año y con más tiempo para ir parando a dormir en las diferentes localidades del camino, que aunque tienen 0 encanto, permiten disfrutar de la costa, que tiene pinta de merecer mucho la pena.
Total, que llegamos a Gjrokastra de noche, en mi caso agotada de la conducción, las demás antzeko parecido. Menos mal que gracias a GoogleMaps, y a un albanés amable que nos vio un poco perdidas por el pueblo y se acercó a ayudarnos, conseguimos encontrar la casa con bastante acierto.
Vaya aquí un consejo para cualquiera que vaya a viajar en coche por Albania. Si le preguntáis a GoogleMaps cuánto se tarda para ir de un sitio a otro, calculad por lo menos la mitad más.
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