lunes, 8 de agosto de 2016

LE CHEMIN DE LA LIBERTÉ


Durante la travesía de Pirineos hemos recorrido parte del denominado Camino de la Libertad. Para mí ha sido una sorpresa saber que durante la Segunda Guerra Mundial hubo rutas que atravesaban clandestinamente los Pirineos desde Francia hacia España. Lo habitual para nosotros ha sido usar esos pasos en sentido contrario, utilizar los montes para pasar al otro lado (beste aldera).

La cosa es que a partir de 1940, después de la ofensiva alemana en Francia, los Pirineos quedaron en la "zona libre", un franja de unos 20 km. al sur del territorio, fuera de la ocupación alemana. Numerosas rutas atravesaban los montes en las diferentes provincias. Pero a partir de 1942, cuando los alemanes ocuparon también esa franja, la vigilancia se intensificó y se buscaron rutas cada más dificultosas, de alta montaña, para escapar del cerco.

Al fondo, el collado.

Se calcula que unas 30.000 personas, civiles y militares, cruzaron la frontera en un intento de pasar a Inglaterra y unirse a los aliados para seguir luchando contra los nazis, o simplemente huyendo de ellos: judíos, miembros de la Resistencia, pilotos caídos en combate... Muchos perecieron en el intento, y otros muchos fueron apresados por tropas franquistas y recluidos en el campo de concentración de Miranda de Ebro, creado para albergar a republicanos y que llegó a estar dirigido por un nazi en la época que nos ocupa. Estos episodios no son muy conocidos, menos la existencia de los campos de concentración en territorio español, y no precisamente, o solamente para los exiliados apresados.



Fijaros en la primera foto. Imaginaros tener que bajar hasta ese lago, y subir por la pala pedregosa que se ve a la derecha, para llegar al collado del fondo, sin preparación, ropa, calzado y material adecuado, y acarreando tus pertenencias. O peor, imaginaos eso mismo, pero en invierno. Pues por ahí iban, esa es una de las rutas que perduraron, que va a parar a Esterri d´Áneu


En estas rutas sucedieron grandes hechos heroicos, también las mayores mezquindades. Pasadores que entregaban a los exiliados, los que los hacían perecer para quedarse con sus pertenencias... Se dice que muchas de las grandes fortunas andorranas proceden de ahí, pero hay un gran ocultismo al respecto, sigue siendo un tema tabú. No se podrán mostrar orgullosos de ello, digo yo. No en público, al menos.

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