domingo, 27 de diciembre de 2015

GABONAK

URTE BERRI ON DANORI!!!

Estoy de vacaciones. Una sensación extraña, después de tanto tiempo ociosa.
Me gusta la Navidad. Pensándolo bien, creo que se debe a que no tengo un exceso de eventos, ni familiares ni de otro tipo. De hecho, sólo practico el espíritu navideño en Nochebuena, cuando nos juntamos todos en casa de ama. Y se acabó. Ya no tengo más eventos en todas las vacaciones. Y eso da mucha tranquilidad, todo lo que hago es porque apetece realmente, no por compromiso.

Lo pasamos bien en Nochebuena. Cena tranquila, sosegada. Sobremesa divertida. Cánticos con ama al piano. Pobre piano, está hecho un cacharro, pero cumple sacrificadamente su función.

Y hemos instaurado una nueva tradición: subir al Paga con una botella de cava, para brindar y pedir buenos deseos. Y como este año éramos pocos (cuesta cosolidar las tradiciones, los pioneros nos tenemos que aplicar mucho) subimos copas de verdad, que tenemos un nivel.



Ah, y aquí tenéis el Christmas Cake acabado y decorado. No os puedo contar cómo quedó, no lo he probado.

domingo, 13 de diciembre de 2015

¿EXACTAMENTE POR QUÉ?


No puedo con la vida. Con ciertas partes de ella al menos, ya sabéis que en general estoy bastante satisfecha.

¿Quién ha sido la primera persona en ocurrírsele sacar de paseo a Maridomingi al lado de Olentzero? ¿Cuándo y dónde tuvo alguien esa feliz idea? ¿En qué tipo de lluvia de ideas se forjó? ¿O habrán coincidido y confraternizado ambos personajes en algún reality y yo no me he enterado?

Si alguien piensa que con la presencia de Maridomingi estamos haciendo algo a favor de la igualdad de género es que no se entera. Porque hasta donde yo sé el papel que le asignan a la susodicha no pasa de simple florero, una presencia mona al lado del entrañable pero sucio carbonero, siempre en segundo plano, sin un papel definido.
Eso sin pensar en que en la mayoría de las mentes infantiles a los que les empieza a parecer natural la presencia de Maridomingi lo que se les aparece es una pareja, repitiendo roles sociales muy arraigados, dando a entender que el estado ideal para estar a gusto en esta vida es la vida en pareja  (heterosexual, por supuesto). Flaco favor le estamos haciendo a la igualdad de género si es esa la razón de poner un modelo femenino (de mujer estupenda y elegante, no han elgido una mujer de campo curtida) al lado de ese borrachín descuidado que en una vida real no ligaría ni pagando.

¿Qué será lo próximo? ¿Adelgazar a Olentzero, ponerle una pajita en lugar de la pipa? ¿Dejará de ser carbonero y lo tunearemos a comercializador de energías renovables? ¿Se irá a vivir Maridomingi a Mungia a casa del Olentzero?
De verdad, hay que renovar las tradiciones, sí, pero creo sinceramente que esta vez nos hemos equivocado.

jueves, 3 de diciembre de 2015

CHRISTMAS CAKE

Ya os enseñaré el producto final.
No penséis que sólo usamos el txoko para comer y/o beber sin medida. De vez en cuando también realizamos alguna que otra actividad gastronómico-cultural, de modo que este domingo pasado quedamos para hacer Christmas Cake, pastel inglés típico de la Navidad (como habréis deducido por su nombre), absolutamente lleno de frutas y tan seco que hay que hacerlo un mes antes y luego estar emborrachándolo hasta Nochebuena para poder partirlo. En mi casa (bueno, en la de ama) es tradicional desde que Juanita comparte la Navidad con nosotros.
Ya lo habíamos hecho hace dos o tres años, con el añadido de que íbamos a practicar inglés (hay que aprovecharse de los amigos) pero como el pastel no es, a mi gusto y al de alguno más, del todo apetecible, no habíamos continuado con la tradición. Y una pena, porque como bien sabéis, en Euskadi, si haces algo dos años seguidos se convierte en tradición, y si consigues hacerlo durante  5 años, tradición milenaria a conservar a toda costa.
En ello andamos. Volvimos a quedar para hacer 5 pasteles, no vaya a ser que contribuyamos a la pérdida de algo perdurable. Pero esta vez sin tonterías multiculturales, cada uno hablando en lo que mejor le parecía.
Vaya batiburrillo es hacer tantos pasteles y entre tanta gente.  Tocaban a dos personas por pastel, y eso que Patxi y yo nos dedicamos a cocinar para la posterior comida. Al final, 4 pasteles, el 5º tuvo que ir para Buenavista crudo porque el horno no daba para tanto pastel.
Eso sí, Patxi salió a ratos y hasta dio unas vueltas a la masa porque se supone que da suerte para el siguiente año. Yo pasé, no me ha ido mal hasta ahora sin menear ningún pastel, no voy a hacer que me cambie la suerte...