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El Midi d´Ossau, cuando lo "sitiamos". |
Después de año y pico, por fin lo he consumado. Me hicieron un regalo por mi cumpleaños, el cumpleaños del 2018, sí. Hartos de escucharme decir que me gustaría hacerme un tatuaje, pero que no sabía el qué y el dónde, aburridos de esperar a que me decidiera por un dibujo concreto en algún punto exacto del cuerpo, me regalaron un sobre con dinero y la misión de hacérmelo de una vez por todas. Como veis, me he tomado mi tiempo y no me he apresurado en la ejecución de la misión.
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Boceto elegido. |
Pero ya está. Basado en diseños de Paco, experto montañero, aunque no fiel a ninguno de ellos, me he decidido por un perfil de montaña. Creo que me hubiera gustado algo menos elaborado, de trazos más simples, pero
alea jacta est. Estoy bastante satisfecha del resultado.
Me lo he hecho en Area 51 Tatto Studio, en la calle Villarías. Me lo recomendó una amiga, y yo os lo recomiendo. El trato es fenomenal, y te aconsejan y asesoran muy bien.
Cuando la gente me advertía del dolor, yo, más chula que nadie, les decía que si me he hecho la depilación eléctrica de las ingles podría soportar lo que fuera. Pero os voy a ser sincera. Es algo más que eso. En la depilación eléctrica imaginaros que es un tic-tic-tic, y que cada pulso es un pequeño latigazo de dolor. En el proceso del tatuaje, la cosa es mas un trrr-trrr-trrr, y el dolor es más continuo y en cada pulso te clavan una cuantas agujas, por lo que también es más intenso. Pero soportable, en cualquier caso. Cuando acaban, te envuelven la zona tatuada, el pie en este caso, en film de cocina, y para casa con una crema cicatrizante e instrucciones de lavado y cuidado.
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Vaya susto cuando te quitas el film y ves esto. |
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Y aquí está el resultado. |
Como espero habréis imaginado por la foto que encabeza esta entrada, el monte elegido ha sido el Midi d´Ossau. Me gusta su perfil. No lo he subido nunca, lo rodeamos una vez. Ya tengo una misión en esta vida, je je... Habrá que subirlo.
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