lunes, 6 de marzo de 2017

LISBOA I


Viaje a Lisboa. Seis mujeres, seis. Iba a decir chicas, pero no, soy consciente de que ese tiempo ya pasó y de que ya somos mujeres hechas y derechas. Todas hemos estado aquí anteriormente, algunas más de una vez. Eso da mucha tranquilidad, y la oportunidad de visitar la ciudad desde otra perspectiva que no es la meramente turística.

Teníamos un olivo en el apartamento
Porque nos gusta pensar que no somos turistas. Llegamos a los sitios con la esperanza de que nadie más vaya por donde vamos, que no haya multitudes y que los lugares permanezcan vírgenes o cuando menos mantengan su identidad. Nos gusta considerarnos viajeros o simples visitantes, no turistas. Pero no es así. Contribuimos, como el resto de las multitudes a las que a menudo miramos con desprecio, al cambio de la fisonomía, de la idiosincrasia y de la autenticidad de ciudades y pueblos, que poco a poco son devorados por grandes cadenas comerciales, franquicias de todo tipo, alojamientos varios y oferta gastronómica de variada y, a menudo, dudosa calidad. Nos hemos hinchado a decir: cuando yo vine, aquí había...., la última vez este sitio era más autentico, vamos a ese barrio donde no llega(ba) el turismo... en plan abuelas Cebolleta total.

Y eso que en Lisboa, a diferencia de otras ciudades donde he estado recientemente, no muy lejos de las calles más turísticas, todavía se pueden encontrar establecimientos tradicionales, tiendas de las de toda la vida, vamos, donde la decoración no sigue el mismo patrón de moda y donde encontrar objetos y productos cotidianos consumidos por los lugareños. Y también cosas que para nosotros están en desuso, como podéis ver. Ese expositor no tiene desperdicio. Pero como nos contó la dependienta (Espe no pudo resistirse a entrar), ese tipo de tiendas van desapareciendo poco a poco. También hemos encontrado alguna tienda "diferente", original, donde comprar algo que no vas a encontrar en otro sitio. La última vez que encontré algo así fue en Estambul, y de eso hace tiempo ya.
Así que, turistas o viajeras, invasoras o visitantes, ahí hemos pasado 4 estupendos días. Una pena que no nos haya acompañado el tiempo, Lisboa con luz es espectacular. Ya veréis qué diferencia se aprecia en las fotos. Porque continuaré informando.



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