Agosto. Como otros años, toca vacaciones con la familia. Con parte de ella, los de Deusto: hermana, cuñado y 3 sobrinos. Antes íbamos la segunda quincena, ahora los chavales se han hecho mayores y quieren volver para fiestas, Así que el 1 de agosto emprendimos viaje a la costa almeriense, a la zona de Vera. Dos semanas en una urba con piscina cerca de la playa. Y después otra semana cerca de la sierra de Cazorla, en una casa-cueva, también con piscina. Relax asegurado. Hasta aburrir, aunque aburrimiento plácido, del que no pesa, del que mola.
Bueno, no tanto relax: en la piscina waterpolo, toques de balón, hacer el pino... en la playa olas (¡olazas!, hasta bandera roja hemos tenido durante 3 días, y daba miedo meterse), frisbee, más balón... Un día de Aquapark y otro de piraguas. Y alguna que otra excursión, pocas, tampoco hay que estresarse.
También hemos jugado a las cartas, a cosas serias y a tonterías de lonja, expresión que usan mis sobrinos para denominar a los juegos en los que no hay que pensar y que en otras circunstancias se pueden usar para beber a lo tonto. ¿Sabéis que incluso hay aplicaciones de móvil con juegos para eso? Aprovecho para deciros que me he sentido muy querida, mis amigosas me han debido de echar muchisísimo de menos porque he batido todos los records posibles perdiendo sin control. Si el dicho es cierto, debo tener montonazo de admiradores secretos.
El inconveniente de viajar con 4 hombres, en año de olimpiadas, es que te tragas deportes por un tubo. Las olimpiadas y, cómo no, los amistosos futbolísticos de cualquier categoría y Copas y Recopas varias, no le hacen ascos a nada. A mi cuñado le gustan todos los deportes, exceptuando, acaso, el hockey y la doma, lo cual no nos salva mucho. Y sabe las cosas más insospechadas de todos ellos: normas, records, deportistas históricos, años gloriosos... incluso que, obviamente, en voley-playa juegan 2 contra 2. ¿Cuándo se ha visto eso en la playa?
Pero a cambio, nos ha tratado a cuerpo de reinas. Ha cocinado, nos ha preparado unos aperitivos estupendos, incluyendo bermú para la nena, ha hecho fuego para la barbacoa... Tampoco se puede pedir la perfección.
En cuanto a mi hermana, la hemos tenido de baja más de una semana. Se tiró a la piscina a lo Pepsi (no preguntar, no estaba presente, desconozco en qué consiste esa técnica), y se dio tal golpe contra el fondo que se hizo un esguince cervical de campeonato. Si ya digo yo que ciertas cosas o se hacen de joven o es mejor ni intentarlo a partir de los 50. Pero, cómo dijo ella: Hemos venido a jugar, ¿no?
Comprenderéis que el comentario haya quedado como frase para las vacaciones. ¡Qué valor!
Comprenderéis que el comentario haya quedado como frase para las vacaciones. ¡Qué valor!